Acción Popular cumple 60 años de fundación, esto lo convierte en uno los partidos más antiguos del Perú junto con el APRA. Bajo el liderazgo de Fernando Belaunde los acciopopulistas ganaron las elecciones presidenciales de 1963 y de 1980. Además, Valentín Paniagua ocupó circunstancialmente la Presidencia de la República el año 2000, luego de que Alberto Fujimori huyera a Japón.
Antes de 2016, la última vez que el partido participó sólo en una elección presidencial fue el año 2000. El resultado le fue adverso pues obtuvo apenas el 1% de los votos. El candidato de entonces fue Víctor Andrés García Belaunde. En las elecciones pasadas del 10 abril Acción Popular quedó en cuarto lugar. El candidato Alfredo Barnechea obtuvo el 6,9 % de los votos, esto le permitió al partido pasar la valla electoral y obtener cinco curules en el Congreso. Aquel modesto resultado fue recibido con esperanza y alegría, pero no ha servido para ocultar la disputa interna que lleva ya buen rato y que involucra al propio Barnechea.
Así recibe sus 60 años el partido de la lampa. A continuación transcribimos parte de una larga conversación entablada con Rafael Vásquez, el Secretario General Nacional del partido elegido en el 2015. Vásquez de 40 años representa a una nueva generación de líderes acciopopulistas que ha surgido desde las bases y que ha desarrollado una larga trayectoria dirigencial pese a su juventud. El reto que tiene de cara al futuro es terminar con las disputas internas, renovar la organización partidaria y prepararla para las elecciones de 2018 y 2021.
- ¿Qué significa para ustedes este aniversario?
- 60 años no los cumple cualquier partido político. Generalmente los partidos desaparen luego de la muerte de sus fundadores, las excepciones han sido el APRA y Acción Popular. Por eso el 7 de julio es una fecha histórica para nosotros. El partido recibe este aniversario con una dirigencia nacional en funciones, con 20 comités departamentales y una multitudinaria militancia que tiene enraizados los valores democráticos.
- ¿Qué le ha permitido al partido cumplir 60 años y sobrevivir a su fundador?
Yo creo que esto se ha debido a una importante voluntad de cambio que surgió al interior del partido, que consistió en elegir a sus dirigentes con la participación de las bases, bajo la consiga de un militante un voto. Esta no es una historia reciente sino que tiene al menos 15 años, incluso se puede decir que fue un proceso que se inició mucho antes. Luis Enrique Gálvez fue probablemente el primer Secretario General Nacional elegido bajo esta fórmula. Yo creo que esto sirvió para fortalecer la identificación de los militantes con sus dirigentes, y esto ha permitido que el partido sobreviva pese a los momentos difíciles y de crisis por los cuales pasó.
La doctrina del partido también ha jugado un papel importante. Sus ideales de igualdad y justicia social siguen vigentes. Del mismo modo, el hecho de valorar la cultura de nuestros ancestros como fuente de inspiración en el diseño de estrategias de desarrollo tampoco ha perdido potencia; por ejemplo: la solidaridad, la cooperación y la planificación hoy más que nunca se hacen necesarias. Todo esto junto con el profundo compromiso con la democracia y la incuestionable honestidad de sus principales líderes ha permitido que nuestros militantes mantengan su lealtad al partido y que nuevos simpatizantes se adhieran a él.
- ¿Esta democracia interna ha tenido impacto en la renovación de cuadros?
Acción Popular tuvo una etapa en la que no hubo un claro cambio generacional de líderes y dirigentes. Esta fue la razón por la cual el partido no ofreció durante mucho tiempo rostros nuevos, pese a las exigencias de la sociedad que ya no quería ver a los partidos como si fueran propiedad de ciertas familias. Querían ver a las personas escalar por sus propios méritos.
Frente a esto en los últimos años ha surgido un sector de jóvenes que se ha ido preparando y ha comenzado a ocupar diversos cargos de responsabilidad. Ese es mi caso. Yo me inicié como secretario distrital de juventudes en Carabayllo, para luego dirigir a las juventudes en el ámbito departamental de Lima. Ocupé después otros cargos dirigenciales también en el nivel departamental hasta dar el salto a la dirigencia de rango nacional como Secretario de Audiencias Púbicas y luego como Secretario de Relaciones Internacionales. He sido miembro del Consejo del Plan de Gobierno. También he sido candidato en diversos procesos electorales.
Todo esto habla de una carrera política que se ha construido poco a poco conforme iba asumiendo mayores responsabilidades en el partido. Entonces yo creo que es fundamental el cambio generacional, pero este debe darse en función a las capacidades y responsabilidades que los jóvenes vayan adquiriendo al interior del partido. El cambio generacional no se trata simplemente de poner rostros nuevos como sucede en otros partidos.
- Con 40 años de edad asumes la Secretaria Nacional de un partido de gran trayectoria, esto te convierte en uno de los más jóvenes de su historia. Provienes además de un distrito como Carabayllo y por lo tanto representas a la militancia de extracción popular. ¿Crees que tu experiencia personal es una muestra del proceso de democratización interna de Acción Popular?
Sí, definitivamente. En efecto, yo soy el único secretario general de un partido que proviene de un distrito populoso como Carabayllo. Creo que esto es parte de los nuevos retos y responsabilidades que comienzan a tomar las personas que provienen de los sectores emergentes del país. Este fenómeno no sólo se está dando en la política, sino también en la actividad empresarial y en otros ámbitos.
Este país ha pasado por muchas crisis que de alguna manera han servido para que toda una generación de jóvenes se viera forzada a ser sumamente creativa para generar ingresos que les permitiera emprender y culminar sus estudios, y de paso ayudar a sus familias. En mi caso, esa misma voluntad de superación, esa misma creatividad y ese mismo compromiso se trasladaron luego a la actividad partidaria. Desde que era estudiante universitario y dirigente de juventudes comencé a cotizar al partido, porque aquí encontraba figuras como Fernando Belaunde, Valentín Paniagua y muchísimos otros más, cuyo liderazgo no se sustentaba solamente en una rica oratoria o en una imagen superficial, sino se sostenía en la práctica de valores y principios profundamente democráticos que defendían antes que nada la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos.
- Tú perfil es distinto a casi todos los anteriores secretarios generales del partido. Estos provenían de la clase media tradicional y tenían sólidos parentescos con los fundadores del partido. Tú en cambio provienes de los sectores llamados emergentes sin mayores vínculos con la vieja dirigencia partidaria. ¿Qué te motivó a seguir una carrera política y por qué en Acción Popular?
En principio es un alto honor ocupar el cargo que ahora tengo en el partido. Y en efecto, yo no provengo de una familia que haya ocupado cargos importantes en Acción Popular. Mis padres siempre fueron modestos militantes del partido, como otros miles de acciopopulistas anónimos. Mi padre estuvo presente en la gesta histórica de 1956 como un simple seguidor de Fernando Belaunde, un hombre de a pie sin ninguna ambición personal. Por eso para mí la militancia y la dirigencia en Acción Popular representan una enorme responsabilidad porque me toca demostrar que toda esta clase emergente del país puede aspirar a los cargos más importantes en la política y cumplirlos dejando en alto el nombre de las instituciones.
Elegí Acción Popular por mi profunda admiración por Fernando Belaunde. Cuando yo me inscribí en el partido nadie como él representaba la figura de estadista y al mismo tiempo de hombre probo y honesto. También elegí Acción Popular porque su democracia interna es más sólida que la de los demás partidos, ya sean de izquierda o de derecha. En la mayoría de ellos los dirigentes son elegidos por delegaturas. En nuestro partido el voto de cada militante cuenta en la elección. Esto ha permitido que los valores democráticos tengan hondas raíces entre los acciopopulistas y se conviertan en una práctica cotidiana.
- Tomas las riendas del partido en un contexto marcado por las elecciones de 2016 y marcado también por una disputa interna que ya se ha hecho pública. ¿Qué retos implica esto para tu gestión?
Yo debo ser bastante transparente, no puedo tapar el sol con un dedo. Recibo un partido con muchos pasivos, pues el orden de las deudas y las multas superan ampliamente nuestros ingresos. Estas cargas no han sido explicadas ni aclaradas por la gestión anterior. Trataremos de sanear todo esto porque no hemos asumido los cargos para quejarnos sino para buscar las soluciones que corresponden.
También se ha hecho evidente la intención de un grupo de ex dirigentes que pretende dar un golpe de estado a la dirigencia actual, sobre la base de criterios sectarios que les hace pensar que el partido sigue siendo propiedad de algunas familias que pueden decidir su destino como mejor les parezca.
Ha faltado madurez para resolver estas disputas. Me hubiera gustado que este grupo de ex dirigentes asistiera a los plenarios y a las asambleas para discutir y debatir cualquier problema y buscar alguna solución de consenso. Sinceramente no entiendo como estos ex dirigentes que han sido incapaces de dialogar al interior del partido, pretendan convertirse ahora en figuras de la política nacional capaces de resolver cualquier diferencia o conflicto por la vía del diálogo y el consenso.
- ¿Cuál es tu balance de las elecciones presidenciales y la campaña de Acción Popular?
Para mí no ha sido una sorpresa pasar la valla electoral. No estoy de acuerdo con la figura de salvador que se le asigna a Alfredo Barnechea. Ya desde el año 2012, luego de romper con Perú Posible, se fue construyendo la idea de participar sin alianzas en estas elecciones que pasaron. Una decisión que finalmente fue tomada en los plenarios y congresos que se llevaron a cabo entre los años 2014 y 2015. Desde luego hubo algunas voces al interior del partido que no estuvieron de acuerdo con esto, pero finalmente la decisión de ir solos se impuso pues estaba demostrado que las alianzas que habíamos entablado en las elecciones de 2001, 2006 y 2011 sólo habían beneficiado a ciertas personas pero no al partido en su conjunto, y por lo tanto no permitieron el surgimiento de nuevos cuadros.
Cuando se tomó la decisión de ir sin alianzas se tuvo en cuenta las fortalezas del partido, y fundamentalmente la presencia de sus militantes en casi todo el país. Ellos han sido el sostén de esta última campaña. Eran ellos quienes organizaban los mítines y caminatas en muchos lugares, o participaban con entusiasmo en esas actividades. En cada localidad a la que llegaba la plancha presidencial eran recibidos por los militantes y sus líderes. Obviamente los acciopopulistas no fueron los únicos que ayudaron en esta campaña, pero su presencia y su compromiso fueron fundamentales. En ese sentido nuestro balance es positivo. El partido ha demostrado que sigue vigente. Esta campaña ha mostrado también que el recuerdo de Belaunde, de Paniagua y de todos sus fundadores así como de sus líderes locales sigue presente. Y todo eso jugó a favor.
- ¿Y cuál es tu balance del Alfredo Barnechea como candidato?
Alfredo Barnechea sin duda es una persona que conoce bien la realidad del Perú, nuestra sociedad y sus problemas. Es además muy culto. Por eso creo que en un primer momento su discurso atrajo la atención de los votantes. Pero un candidato no sólo debe tener un buen discurso. Por eso algunos errores suyos, que pueden parecer anecdóticos, finalmente frenaron su avance.
Luego de las elecciones Barnechea ha tenido algunos gestos que a mí me preocupan. Por ejemplo, en un reciente discurso en el Congreso ha desconocido a la actual dirigencia. Eso tiene un trasfondo más delicado, pues si alguien aspira a ser Presidente de la República debe ser el primero en respetar la institucionalidad de su propio partido. Además un aspirante a este cargo también debe tener apertura al diálogo que es fundamental para fortalecer cualquier liderazgo. Finalmente, creo que Alfredo debió ser más agradecido con el partido. Una frase suya que decía que lo encontró en ruinas ha sido poco grata. Acción Popular cumple 60 años y ha permanecido en pie durante todo este tiempo sin la presencia de Alfredo sino hasta hace algunos meses. Esa imagen de soberbia que le achacan se debe precisamente a que él y quienes lo rodean piensan que lo bueno de la campaña y los resultados obtenidos han sido únicamente méritos suyos, y eso no es verdad.
- Acción Popular ha tenido la plancha presidencial de mayor edad. Además todos eran varones y más identificados con Lima aunque no nacieran aquí. ¿Resulta difícil renovar los liderazgos en el partido?
La renovación es justamente una de las tareas que la nueva dirigencia está fomentando. Esto obviamente nos ha traído muchos problemas, porque una institución de 60 años además de cosas buenas también presenta aspectos negativos, y un elemento negativo tiene que ver con la presencia de antiguos dirigentes, con grandes méritos sin duda y que han aportado mucho, pero que al mismo tiempo todavía creen que están por encima de la institucionalidad y la democracia interna del partido, y siguen pensando que son los únicos que tienen el derecho de encabezar y controlar los procesos electorales en los cuales participa Acción Popular.
Yo aspiro a que en las próximas elecciones podamos ofrecerle al país nuevos cuadros, debidamente preparados y capacitados porque tampoco se trata de improvisar candidaturas. Ese es nuestro desafío. Sin embargo debo aclarar que no se trata solamente de un tema de edades, sino también se trata de la renovación de las ideas más allá del tema generacional.
- ¿Para las elecciones de 2018 Acción Popular pretende formar y lanzar candidatos propios, o más bien optará por traer invitados como suelen hacer otros partidos?
Yo como Secretario Nacional preferiría evitar que nuestros candidatos sean invitados, obviamente esto no significa que eso este mal, pero mi responsabilidad política es identificar y capacitar a los mejores cuadros del partido para que nos representen en las elecciones municipales y regionales. No se trata de cerrarles la puerta a ciudadanos ilustres que puedan tener protagonismo en estos procesos electorales, pero nosotros nos somos ningún vientre de alquiler. Mi aspiración es que los propios acciopopulistas tengan la oportunidad de convertirse en autoridades distritales y regionales, porque además esta es la única manera que la posición y la ideología del partido cobren mayor presencia.