10 votos disidentes del fujimorismo le salvaron la cabeza al Presidente de la República. La facción fue liderada por Kenji, el menor del clan Fujimori, en un tensa y larga jornada que mostró una vez más la clara disputa al interior de esta agrupación. No fue la única. La izquierda, dividida hace tiempo, no fue capaz de formar un bloque ante la crisis. En el partido aprista, Del Castillo y León nadaron a contracorriente del resto de la pequeña pero belicosa bancada, y ahora Mulder amenaza con someterlos a disciplina partidaria.
- DOS AÑOS EN DISPUTA
La disputa al interior de Acción Popular no es reciente, ya tiene más de dos años. Esta no ha alcanzado el terreno ideológico ni programático, este tipo de discusiones siguen relegadas. Al igual que en el resto de partidos, lo que está en juego es el control de la organización, y en el caso de la Lampa hubo una víctima: el Comité Ejecutivo Nacional encabezado por Rafael Vásquez elegido el 2015, el cual fue "vacado" de forma irregular hace unos meses, abriendo con ello una herida en un importante sector de los militantes.
No se enfrentan únicamente dos bloques. Hasta ahora se pueden contar al menos tres: el primero liderado por Mesías Guevara, el presidente del partido; el segundo tiene a Víctor Andrés García Belaunde y Alfredo Barnechea al frente; y el tercero esta conducido por Edmundo Del Aguila y Raúl Diez Canseco. La resiente crisis política desatada ante la posible vacancia de Kuczynski ha hecho aún más notorio el desencuentro entre estos liderazgos, al que se sumó la voz de Yonhy Lescano, con peso propio pero que ha preferido estar alejado del ojo de la tormenta.
- ¿HASTA CUANDO sin salida sensata?
Nada indica que la solución este cerca. Ninguna de las figuras del partido quiere echar su brazo a torcer y apuesta más bien por el control total de Acción Popular, sin concesiones con el rival. La medición de fuerzas antes que el diálogo ha primado hasta ahora. Todo indica que de no deponerse estos afanes, pronto la historia le pasara factura al partido.
El 2018 el país enfrenta sus nuevas elecciones municipales y si los líderes del partido no son capaces de sentarse a pactar una salida sensata que sirva para unificar a la militancia, se perderá la oportunidad de participar con éxito y en consecuencia el partido no podrá construir una plataforma política vigorosa para enfrentar las elecciones generales de 2021. Desde luego, no sólo se trata de ganar contiendas electorales, el debate programático e ideológico, la formulación de planes y la renovación de cuadros serán fundamentales en ese proceso, pero la disputa interna también está bloqueando todo eso. Mientras tanto el tiempo se agota irremediablemente.